Según indica el sitio catalán de solidaridad con el pueblo
kurdo, Kurdiscat, las víctimas mortales por los bombardeos de la aviación turca
y los ataques de la artillería del Free Syrian Army o FSA han llegado a Efrîn.
Los ataques entre el miércoles 19 y el jueves 20 causaron 19 muertos, que para
el régimen turco son más de doscientos. La intervención de la fuerza aérea del
régimen comandado por Recep Tayyip Erdogan, pudo realizarse gracias a la total
y absoluta complicidad de Estados Unidos, Rusia, Irán y Bashar Al Assad, ya que
todos estos -más allá de las contradicciones que tienen entre sí- coinciden en
acabar con la experiencia autónoma kurda de los cantones de Rojava.
De acuerdo a la misma fuente informativa, entre las personas
fallecidas, cuyos funerales han empezado ayer, se encuentran milicianos de
Jabhat al Akrad, Eniya Parastina Jinên Şehbayê (EPJS), las Yekîneyên Parastinê
Gel (Unidades de Defensa Popular, YPG), de las Yekîneyên Parastinê yên Jinê
(Unidades de Defensa de las Mujeres, YPJ) y deJaish al Thuwar, el denominado
Ejército de los Revolucionarios. A todos los asesinados por los aviones turcos
se les debe añadir las víctimas de los combates en Tall Rifa'at y Sheikh Issa,
localidades que han sido sometidas al asalto del FSA y tropas de Erdogan desde
el viernes pasado. La izquierda y todas las organizaciones que se reclaman
defensoras de la democracia y los derechos populares, deben expresarse en
contra de los ataques turcos y sus secuaces de las FSA.
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