De acuerdo a la agencia de noticias alemana DW, “El Gobierno
turco propondrá pronto un proyecto de ley para reinstaurar la pena de muerte”. La
propuesta fue anunciada por el presidente Recep Tayyip Erdogan en un acto
realizado en la capital de Turquía, Ankara: "Creo que el Parlamento va a
aprobarla, y cuando llegue a mí voy a ratificarla". Según esta fuente, el pretendido “Sultán” de la
reconstrucción del Imperio Otomano, le contestó a la multitud que pedía la pena
de muerte: "Pronto, pronto, no se preocupen. Pronto, si dios quiere”. Esto
es coherente con la política del gobierno del AKP, que después del fracasado “golpe”
profundizó la represión, particularmente contra el pueblo kurdo.
En ese marco, la policía turca viene de encarcelar a los dos
co-alcaldes de Diyarbakir, importante ciudad de mayoría kurda en el Sudeste del
país, región que está totalmente militarizada y bajo el estado de sitio. Al
mismo tiempo, las fuerzas armadas turcas invadieron el norte de Siria o Rojava,
con el propósito de acabar con la experiencia autonomista kurda. Pese a que el gobernante Partido de la Justicia y el
Desarrollo, el AKP, domina el Parlamento, no tiene la mayoría necesaria para
reformar la Constitución y reinstalar la pena capital, aunque los periodistas
de DW dicen que “podría sortear ese obstáculo mediante una convocatoria a un
referéndum.” / Las organizaciones y personalidades de todo el mundo, que se
reclaman defensoras de las libertades democráticas y los derechos, deben expresar
su repudio al gobierno turco, impulsando todas las acciones que sirvan para
aislar a Erdogan y su banda.
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