Periodistas de la BBC -televisión inglesa- acaban de denunciar la existencia de más de trescientas personas que se refugian en un campo de Turquía, gestionado por el grupo Jaish al-Tahrir, una de las facciones que integran el denominado Free Syrian Army (FSA) o Ejército Libre de Siria, organización supuestamente “moderada” que recibió armamento pesado por parte de los Estados Unidos. Según los integrantes de Jaish al-Tahrir, su objetivo es “rehabilitar a estos ex miembros del Estado Islámico” e, incluso, “favorecer el retorno de los que proceden de estados occidentales”, ya que hay holandeses, polacos y franceses que, si se “cumplen las previsiones”, retornarán impunemente a sus países, luego de haber sido responsables delos crímenes más horrorosos.
Aunque los trabajadores de prensa de la BBC no pudieron aun
localizar el campo, vinculan su existencia a la decisión del estado turco, que
luego de invadir el Norte de Siria incorporó a las filas de sus aliados del FSA
a cientos de “ex” militantes de ISIS, afeitándolos y cambiándoles de uniformes.
El ejército de Turquía, que entró en Siria el pasado 24 de agosto, oficialmente
ha declarado no tener más de una docena de bajas que ni siquiera se han podido
corroborar, ya que no han publicado sus nombres. Esto demuestra la absoluta
falacia de su intención de “combatir” al Estado Islámico. Están allí para
enfrentar al pueblo kurdo y conquistar territorios en función de la vieja
pretensión del “Sultán” Erdogan de reconstruir el Imperio Otomano.
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