Gültan Kışanak, quien fuera parlamentaria antes de ser elegida alcaldeza de Amed/Diyarbakır -la capital en los hechos del Kurdistán turco o Bakur- y Fırat Anlı, su vice e integrante del consejo municipal, fueron detenidos por la policía turca, acusados de tener vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán. La justicia les inició un proceso por realizar supuestas “declaraciones a favor del PKK y facilitarles el uso de los recursos municipales a militantes de esta organización”, que es considerada “terrorista” por las instituciones estatales lideradas por el “Sultán” Recep Tayyip Erdogan.
Kışanak, una política kurda de 55 años ampliamente reconocida en el sudeste turco, se convirtió en las elecciones de 201, en la primera mujer elegida para ese cargo en la populosa y emblemática ciudad de Amed. Su arresto ocurrió en el aeropuesto local cuando regresaba de una gira política en Ankara. Federica Mogherini, la encargada de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea declaró que “veía con mucha preocupación los informes de arrestos de las autoridades democráticamente electas de la ciudad de Diyarbakir”, sumándose al repudio de infinidad de personalidades europeas.
Los representantes del imperialismo europeo no dejan de ser solidarios con el gobierno de Erdogan, apoyándolo en su “lucha contra el terrorismo del PKK”, ya que coinciden en negarle al pueblo kurdo la posibilidad de construir su autonomía. Sin embargo, critican al gobierno turco por sus “excesos”. Las organizaciones que se reclamen democráticas, de izquierda, antiimperialistas, feministas o de los derechos humanos deben exigir enérgicamente la libertad de Kışanak y Anli, además del cese inmediato de la salvaje represión contra el pueblo kurdo en el sudeste de Turquía o Bakur.
Kışanak, una política kurda de 55 años ampliamente reconocida en el sudeste turco, se convirtió en las elecciones de 201, en la primera mujer elegida para ese cargo en la populosa y emblemática ciudad de Amed. Su arresto ocurrió en el aeropuesto local cuando regresaba de una gira política en Ankara. Federica Mogherini, la encargada de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea declaró que “veía con mucha preocupación los informes de arrestos de las autoridades democráticamente electas de la ciudad de Diyarbakir”, sumándose al repudio de infinidad de personalidades europeas.
Los representantes del imperialismo europeo no dejan de ser solidarios con el gobierno de Erdogan, apoyándolo en su “lucha contra el terrorismo del PKK”, ya que coinciden en negarle al pueblo kurdo la posibilidad de construir su autonomía. Sin embargo, critican al gobierno turco por sus “excesos”. Las organizaciones que se reclamen democráticas, de izquierda, antiimperialistas, feministas o de los derechos humanos deben exigir enérgicamente la libertad de Kışanak y Anli, además del cese inmediato de la salvaje represión contra el pueblo kurdo en el sudeste de Turquía o Bakur.
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