El intento de golpe de Estado que lideró un grupo de oficiales medios del ejército turco la noche del 15 de Julio, que tuvo su epicentro en Estambul y Ankara, y que fue fácilmente derrotado por sectores leales al presidente islamista Recep Tayyip Erdoğan, liderados por las fuerzas policiales, representa una nueva muestra de la profundidad de la crisis que recorre al Estado turco, país miembro de la OTAN y pieza clave en la disputa por la hegemonía en el Medio Oriente.
Mientras que los aliados de Erdoğan en EEUU y la UE llaman a defender la “democracia” turca en contra de la aventura golpista, lo cierto es que la militarización del país es un hecho desde hace meses, particularmente desde la intensificación de la campaña militar en contra de los kurdos, que ha destruido miles de vidas y pueblos enteros en la región del suroriente del Estado turco. (Leer toda la nota)
No hay comentarios:
Publicar un comentario