Por Juan Giglio
Los kurdos
sirios y sus aliados acaban de declarar a la ciudad de Qamishli como “Capital
del Sistema Federal de Rojava”, junto con publicar un borrador del “Contrato
Social”, que cuando termine de ser redactado será la Constitución de los territorios
ocupados y controlados por YPG e YPJ. Luego de la
aprobación de este texto, que entre otras cuestiones hace mención a los derechos
de todos los grupos étnicos que habitan el norte de Siria, se realizarán
elecciones generals de autoridades, para lo cual se decidió la organización de
un comité electoral.
Estas
definiciones van a “contrapelo” de las que acaba de realizar el enviado de la
ONU para Siria y encargado de las conversaciones de Ginebra, Steffan de
Mistura, quien dijo que “los kurdos, siendo apenas el 5% de la población, no
deberían pretender su autonomía”. También van
en contra de los intereses del regimen comandado por Bashar Al Assad, que con
el apoyo de Rusia se declaró enemigo de la autodeterminación. Por eso no han
sido casuales los combates que tuvieron lugar en Hasakah este ultimo domingo entre
s fuerzas del ejército sirio y las brigadas de autodefensa kurda Asayish.
Más allá de
las intenciones de la conducción kurda - que no propone un
gobierno socialista ni nada parecido- sus pasos en pos de darle un marco
jurídico a los cantones de Rojava, son progresivos, ya que constituyen avances
hacia la justa y necesaria autodeterminación. Los/as
revolucionarios/as socialistas apoyamos estas medidas, al tiempo que seguimos batallanado
por la única salida capaz de resolver los problemas más acuciantes de los trabajadores
y el pueblo de Rojava, Siria y el conjunto de Medio Oriente: la construcción de
una Federación de Estados o Regiones Autodeterminadas apoyado en el regimen de
la democracia directa, mediante Asambleas y Milicias Populares.
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