En el momento en que los militares golpistas anunciaban a través de la televisión pública la imposición del toque de queda en toda la nación y hasta nuevo aviso, la prohibición de salir a la calle ya regía en Cizre. Durante meses, esta localidad situada en el sureste kurdo de Turquía ha vivido bajo el estado de excepción, cercada y bombardeada por el Ejército y actualmente sigue habiendo toque de queda nocturno (23.00-2.30). Sin embargo, la noche del viernes al sábado, los vecinos de la ciudad kurda salían a la calle a fumar y a comentarse las noticias. Los imponentes blindados que continuamente patrullan las calles de Cizre, se habían esfumado.
No en vano, en la cercana ciudad de Sirnak, tomada por el Ejército y donde aún rige el toque de queda las 24 horas del día, fueron detenidos el general de brigada Ali Osman Gürcan y 309 gendarmes por su presunta participación en el fallido golpe. Además, tres de los militares de más rango arrestados hasta ahora -el comandante del Segundo Cuerpo de Ejército, Adem Huduti; el general de división al mando de la guarnición de Malatya, Avni Angun, y el general al mando de los comandos de montaña de Hakkari, Ahmet Otal- son también quienes dirigieron en los últimos meses las operaciones contra la insurgencia kurda en las localidades de Cizre, Sur y Yüksekova, muy criticadas por las organizaciones de derechos humanos por el empleo de artillería y tanques contra el centro de las ciudades, que han quedado gravemente dañadas. Curiosamente, hasta hace bien poco los medios cercanos al Gobierno islamista turco loaban a estos generales, hoy tildados de “traidores”, como los que están “limpiando” el sureste kurdo de terroristas. (Leer toda la nota, de Andrés Mourenza de El País de España)
No hay comentarios:
Publicar un comentario