Por Carlos Amarilla
En un fallo escandaloso la justicia paraguaya acaba de condenar a 11 campesinos por supuestos delitos cometidos en la denominada “Masacre de Curuguaty” el 12 de Julio de 2012. Rubén Villalba, a 30 años; Luis Olmedo Paredes, 20 años; Arnaldo Quintana, 18 años; Néstor Castro Benítez, 18 años; Felipe Balmori, Adalberto Castro Benítez, Alcides Ramírez, Juan Carlos Tillería, María Fany Olmedo, María Dolores López y Lucía Agüero a penas entre 4 y 6 años. Ese día, cientos de campesinos que contaban con permiso para ocupar tierras del estado de Marina Cué, en el interior del país, fueron -según cuentan varios testigos- tiroteados por las fuerzas de seguridad mientras se encontraban negociando las condiciones para el retiro del lugar.
El ataque fue promovido por el empresario Blas Riquelme, que poseía un “usucapión” -derecho a adquirir una propiedad por el paso del tiempo- y los futuros poseedores de esos campos. Sin embargo, el juicio giró en torno de la muerte de dos policías, sin decir nada en relación al asesinato de once trabajadores rurales. Los únicos perseguidos por lo ocurrido, fueron los campesinos, ya que ninguno de los sicarios de Riquelme o integrantes de las fuerzas represivas del empresario ha sido condenado en este juicio, cuyo fallo llegó después de cuatro años de persecución, privación de la libertad y todo tipo de violaciones de las libertades democráticas elementales. (Leer toda la nota)
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