Investigadores turcos han sufrido presiones desde la declaración de “No seremos parte de este crimen” una petición lanzada por Académicos por la Paz en Enero. En Mersin, una ciudad de la costa mediterránea de Turquía, el clima de presión se ha acentuado desde entonces y los 21 firmantes de la Universidad han sufrido sanciones y amenazas muy serias. En contra de las prácticas y legislación vigente, la Universidad ha cancelado el contrato de 3 profesores asistentes, 2 profesores y 1 ayudante de investigación desde el pasado enero. Y ahora, varios investigadores son demandados por una acusación jurídica muy seria en relación a la petición firmada. Estas demandas pueden incluso acabar con penas de prisión. (Leer toda la nota)
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