Las tropas lideradas por YPG que entraron a la ciudad de Manbij, cuya ubicación es clave debido a que se encuentra en medio de las rutas que comunican a Turquía con la "Capital del Califato", Raqqa, acaban de depositar una de sus banderas en la casa del mártir Abu Laila. Este heroico comandante, nacido en Kobane, cayó en combate varios días atrás liderando la ofensiva para recuperar la ciudad en la que vivió durante los últimos años y en la que se sumó a la resistencia contra la dictadura de Bashar Al Assad, organizando en ese momento un batallón del Ejército Libre de Siria, o FSA, que después abandonó para incorporarse a la resistencia kurda. (Leer toda la nota)
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