Por Juan Giglio
Los deseos de Erdogan de convertirse en el Sultán de la reconstrucción del Imperio Otomano continúan aislándolo de sus viejos aliados, como Ángela Merkel, que acaba de desairarlo mediante la reivindicación de la votación del parlamento alemán, que resolvió repudiar el genocidio armenio perpetrado por el ejército imperialista turco.
Los deseos de Erdogan de convertirse en el Sultán de la reconstrucción del Imperio Otomano continúan aislándolo de sus viejos aliados, como Ángela Merkel, que acaba de desairarlo mediante la reivindicación de la votación del parlamento alemán, que resolvió repudiar el genocidio armenio perpetrado por el ejército imperialista turco.
En ese contexto, el bloque “sunita” constituido por Turquía, Arabia, Qatar, Israel y una fracción del Partido Republicano yanqui continúa perdiendo la guerra, ya que las bandas de mercenarios que sostienen -principalmente ISIS- tuvieron que abandonar Faluya en Iraq y están a punto de perder Manbij y Raqqa en Siria. (Leer toda la nota)
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