Luego de la derrota ante el parlamento alemán, que resolvió -mayoritariamente- una moción de repudio contra el Genocidio cometido contra el pueblo armenio por parte del estado turco, el pretendido "Sultán" del nuevo "Imperio Otomano", Recept Tayyip Erdogan, volvió a quedar desairado por una institución de ese país. Esta vez no fue el parlamento sino por la justicia, que rechazó en segunda instancia la demanda introducida por el presidente turco contra el jefe de la editorial germana Axel Springer por haber apoyado al humorista que se mofó del mandatario turco. Esta situación pone en evidencia el aislamiento del régimen fascista de Ankara, que continúa perdiendo aliados y ganando enemigos debido a sus políticas de exterminio del pueblo kurdo. (Leer toda la nota)
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