El Papa viajó a Armenia para repudiar el genocidio de ese pueblo y seguir enterrando al "Sultán" Erdogan

El Papa Francisco recibido con todos los honores en Yereban, la capital de Armenia.

Durante el primer día de su visita de tres días Armenia, el Papa Francisco hizo referencia a la masacre contra este pueblo perpetrada por el Imperio Otomano, definiéndola como un verdadero “genocidio”.  Aunque la palabra “genocidio” no figuraba en el texto original de su discurso, el principal líder de la Iglesia Católica Apostólica Romana, improvisó una parte del mismo, diciendo: 

“Esa tragedia, ese genocidio, fue el primero de una deplorable serie de catástrofes ocurridas durante el siglo pasado motivadas por el odio racial u objetivos ideológicos y religiosos…” Sus palabras provocaron una ovación por parte de las personas presentes en el palacio presidencial de Yereban, entre quienes estaban el presidente Sargsyan y el Patriarca de la Iglesia Católica Armenia.

El discurso del Papa -socio de Obama, Putin e Irán en las conversaciones de Ginebra y el Pacto 5 más 1 al servicio de la "democratización de Siria e Iraq- significó otro golpe para el gobierno de uno de los enemigos de este acuerdo, el pretendido “Sultán” de la reconstrucción del Imperio Otomano, el presidente Recept Tayyip Erdogan, quien continúa aislándose y perdiendo aliados. 

Esta situación crea condiciones excepcionales para organizar la lucha por la derrota del gobierno fascista mediante la unidad y coordinación del pueblo kurdo con la clase trabajadora turca, organizando medidas de acción directa y una gran Huelga General, que de concretarse contaría con la simpatía y el apoyo solidario de millones, que odian a Erdogan y sus métodos, en todo el mundo.