El estado ruso está tratando de jugar un papel central en
las negociaciones por la “paz” y la “salida” negociada del gobierno de Bashar al
Assad, para lo cual pretende que cambie algo, de manera cosmética, para que en
realidad no cambie nada. Los burócratas y capitalistas rusos, con Putin a la cabeza,
quieren mantener lo esencial del régimen baazista de Siria, porque eso les
garantiza negocios y una posición geo política excepcional, controlando la
entrada y salida de los gasoductos y oleoductos que pasen por el Medio Oriente,
desembocando en el Mediterráneo. Desde esa ubicación y en función de esos intereses, el
ministro de relaciones exteriores, Sergey Lavrov, se acaba de reunir con una
delegación del Partido de la Unión Democrática de Rojava, que es la organización política a cargo de las YPG e
YPJ, las unidades de autodefensa kurdas. Según Kurdiscat “La co presidenta de la formación de Rojava,
Asya Abdullah y el representante del PYD en Europa, Xalid Isa, han sido
recibidos por el diplomático ruso, quien anunció que las conversaciones sobre
Siria de Ginebra, previstas para el día 8 de febrero, se posponen para final de
mes”. (Leer todo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario