Si el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, criticara el accionar del Estado Islámico (EI), seguramente una platea de aduladores aplaudiría hasta más no poder. O si el Jefe de Estado de Turquía, Recep Tayip Erdogan, bravuconeara contra los seguidores del autoproclamado Califa Abu Bakr al-Baghdadi, los “correctos” gobernantes europeos dirán que el mandatario -vinculado estrechamente con el propio Estado Islámico que dice denunciar- está dando “señales” en la lucha contra el terrorismo.
Pero si Deniz Naki escribe (como lo hizo en las redes sociales) que respalda la lucha del pueblo kurdo contra el EI, una lluvia de insultos y una precisa agresión física son las respuestas hacia este jugador de fútbol, nacido en Alemania y de origen kurdo aleví. Y si a esa expresión de apoyo a las milicias YPG/YPJ que defienden el territorio de Rojava (norte de Siria), se suma los dicho de Naki criticando al Ejército turco por sus operaciones militares en el sureste del país -donde se asienta la mayoría del pueblo kurdo-, una pesada cruz cae sobre las espaldas de este mediocampista que no teme adelantarse de su posición para encarar el arco. (Leer todo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario