De acuerdo a versiones de periódicos británicos, la nueva
administración de los Estados Unidos estaría preparándose para enviar una gran
cantidad de tropas terrestres a pelear en Siria, lo cual sería coherente con el
plan de Donald Trump de incrementar significativamente el presupuesto militar. El equipo de asesores y funcionarios relacionados al tema,
incluyendo al secretario de defensa James Mattis y al nuevo asesor de seguridad
nacional, teniente general HR McMaster, estarían a favor de impulsar el
“aceleramiento de la campaña” para conquistar la capital de facto del Califato,
Raqqa, que por ahora está siendo asediada por fuerzas mayoritariamente kurdas. En este momento están participando de la operación unos 500
efectivos de las fuerzas especiales estadounidenses, colaborando con las SDF - Syrian
Democratic Forces – dentro de las cuales actúan las YPG-YPJ de Rojava. Las
tropas están estacionadas en las afueras de la ciudad esperando la posibilidad
de comenzar el asalto. Oficiales yanquis de alta jerarquía, incluyendo del área de
la inteligencia, estuvieron durante estos últimos días reunidos con sus pares
turcos, quienes objetaron el apoyo que están brindando los Estados Unidos a sus
acérrimos enemigos, las milicias kurdas, acusándolas de ser el brazo armado en
Siria del prohibido y combatido PKK. Como están las cosas sería muy difícil que las fuerzas
armadas turcas y grupos aliados participen en la recuperación de Raqqa. En
primer lugar por su inoperancia, pero también debido a que efectivos del
ejército sirio llegaron a las cercanías de la ciudad de al Bab, cortando el
camino de cualquier incursión turca hacia la capital de ISIS. (Leer todo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario