El 15 de febrero se cumplieron 18 años desde que los
servicios secretos de Estados Unidos, Israel y Turquía secuestraran al líder kurdo
y principal dirigente del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, Abdullah
Öcalan, en el trayecto entre la embajada griega al aeropuerto de Nairobi,
Kenia. En 1998, el gobierno sirio de Hafez al Assad - quien
permitía su presencia - fue amenazado por la administración turca, que desplegó
la presencia de 10 mil soldados en la frontera, amenazando cortar el flujo de
agua provista por el río Éufrates, desde la represa hidroeléctrica “Ataturk”. Al Assad cedió, expulsando a “Apo”, que viajó a Rusia
solicitando asilo. Sin embargo Rusia desistió del pedido, obligándolo a pedir
ese mismo tratamiento en Italia, a donde viajó inmediatamente. Apenas bajó del
avión fue detenido por las autoridades, que acataban las órdenes emanadas por
los gobiernos de Alemania y Turquía. Las presiones internacionales, como Amnistía Internacional, cuyos
miembros exhortaban a no extraditarlo, obligaron al Tribunal de Apelación de
Roma a dejaron en libertad. Un mes después, Ocalan viajó a Kenia, donde el
gobierno griego lo recibió en su embajada de Nairobi, aunque sin concederle el
asilo, debido a sus tensas relaciones con Turquía. (Leer todo)
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