La protesta, que involucra a más de 130000 docentes que reclaman por sus salarios adeudados, contó con el apoyo de la mayoría de los
partidos de la oposición al régimen conducido por Barzani, como la Unión
Patriótica del Kurdistán y Gorran -actualmente aliados en un acuerdo a largo
plazo- la Unión Islámica del Kurdistán y Grupo Islámico del Kurdistán. Las
protestas más numerosas tuvieron lugar en la localidad de Solimania, que es la
segunda en importancia luego de Erbil.
Uno de los lemas centrales que se
advertían en las pancartas y se escuchaban a lo largo y a lo ancho de las
grandes movilizaciones que cruzaron la región, era "Si no puede pagar los
salarios dimitir". Simultáneamente, en otras poblaciones kurdas se
desarrollaron estas protestas, com Halabja, Rany, saiydi SadiqKalar, Koye o
Qalazded, en las que se prendieron neumáticos y organizaron piquetes de huegla.
La policía del régimen salió a las
calles a intimidar a los manifestantes o reprimirlos, pero también para
proteger las sedes del Partido Democrático del Kurdistán (PDK) del gobierno, ya
que la mayoría de los docentes critican duramente a las autoridades por la situación que están viviendo.