Se cumple un año
del intento de golpe de estado en Turquía. Desde ese entonces, La persecución
no fue desatada solo contra los militares golpistas o los seguidores del
clérigo Fetullah Gülen, señalado como principal responsable de la intentona. La
oleada represiva lanzada por el gobierno de Recep Tayyip Erdogan ha dejado
decenas de miles de detenidos, desde alcaldes hasta jueces, maestros,
profesores universitarios, periodistas y cualquier acusado por el gobierno de
“conspirar” o “apoyar al terrorismo”. El país vive en
estado de emergencia. Se han cerrado escuelas y universidades, se han
intervenido alcaldías y clausurado varios medios de comunicación. También se
suspendieron las actividades de numerosas asociaciones civiles y miles de
personas fueron echadas de sus trabajos en el estado. También se intensificaron
las operaciones militares en el Bakur (Kurdistán turco). Los
enfrentamientos con la guerrilla del PKK han dejado miles de muertos desde que
se iniciaran allá por diciembre de 2015. Ciudades como Nusaybin o Cizre, y el
barrio Sur de Amed fueron arrasadas por el ejército. Sin embargo, la guerrilla,
a pesar de haber sido diezmada en esas ciudades, sigue firme resistiendo desde
las montañas de Qandil, que controla, provocándoles cientos de bajas a los
militares y a las fuerzas de seguridad en combates recientes. (Leer todo)
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