lunes, 20 de junio de 2016

El gobierno de Erdogan cumplió con los grupos fascistas que le exigieron reprimir la marcha del Orgullo Gay

El agua lanzada por los hidrantes se transformó en un hermoso arco iris, el símbolo del Orgullo Gay.

El método implementado por la policía fascista de Estambul para dispersar la marcha del “Orgullo Gay” terminó provocando un efecto no deseado por las autoridades, ya que la combinación del agua lanzada por los camiones hidrantes y los rayos del sol creó un hermoso arco iris, que es el símbolo de la comunidad LGTB.  La policía ejecutó las órdenes impartidas por la justicia del régimen, apenas unos días después de las amenazas de los grupos de la ultraderecha islámica, que amenazaron con “actuar para impedir la realización de la marcha” si el estado no cumplía con sus “obligaciones”.
Erdogan, que pretende convertirse en un moderno “Sultán” de la reconstrucción del Imperio Otomano -atacando a los países vecinos y a las etnias del propio, como a kurdos y armenios- puso en evidencia una de las coincidencias ideológicas con sus títeres del Estado Islámico.  Esta organización odia igualmente a los/as homosexuales. Pero al contar con un poco más de impunidad –debido a la dictadura que impone en sus territorios- en vez de atacarlos/as con cañones de agua los/as ejecuta tirándolos/as del techo de los edificios más altos.  
La tarea de los/as luchadores/as de Turquía no es otra que la de organizar la resistencia para unir a los trabajadores  y el pueblo junto a los kurdos y demás etnias oprimidas para echar a Erdogan y compañía, imponiendo una democratización profunda de la sociedad.  La única manera de lograr este objetivo es pelear por el sistema más equitativo y libertario de todos -el del Socialismo- apoyándose en asambleas y las milicias populares como las de Rojava -norte de Siria- a través de las cuales las masas controlen todo y dirijan sus propios destinos.      

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